De manera individual realiza una consulta en Internet
o en libros sobre los textos literarios, sus características, sus elementos, los géneros (lírico, dramático, narrativo) Y
subgéneros (cuento, novela, leyenda,fabula,poesia,teatro) pertenecientes a este
tipo de textos y las características de cada uno de ellos.
¿QUÉ ES UN TEXTO LITERARIO?
Un texto es un conjunto coherente de enunciados que
forma una unidad de sentido y que tiene intención comunicativa (pretende
transmitir un mensaje). Lo literario, por su parte, está vinculado a la
literatura, que es el conjunto de saberes para leer y escribir bien.
El texto literario es aquel que se usa el lenguaje
literario, un tipo de lenguaje que persigue un cierto fin estético para captar
el interés del lector. El autor de literatura busca las palabras adecuadas para
expresar sus ideas de manera depurada y según un cierto criterio de estilo.
Esta estética dependerá del propio autor y podrá ser
conseguida mediante diversos recursos lingüísticos y técnicas literarias. Entre
estos recursos hay que mencionar los recursos gramaticales (mediante, la suma,
supresión o repetición de estructuras), semánticos (a partir de la alteración
del sentido de las palabras, como la metáfora o la metonimia) y fónicos (juegos
con los sentidos de las palabras).
LAS PRINCIPALES
CARACTERISTICAS SON:
a. Originalidad. El lenguaje literario es un acto de creación consciente de un emisor con voluntad de originalidad. El lenguaje literario debe ser inédito, extraño, siempre original.
b. Voluntad artística
c. Especial intención comunicativa
d. Desviación: concepto
e. Lo connotativo
f. Mundo propio
g. Importancia del significante.
h. La función poética
El lenguaje literario es un uso especial del lenguaje que tiene una finalidad estética: la creación de textos literarios.
Sus principales rasgos son los siguientes:
-Se trata de un lenguaje fundamentalmente polisémico, pues muchas de sus palabras y expresiones se prestan a más de una interpretación.
-El lenguaje literario es también un lenguaje connotativo, en la medida en que las palabras tienen significados que el propio autor les confiere.
-Debido a este carácter polisémico y connotativo, el lenguaje literario es siempre subjetivo.
-Puede adoptar dos formas: la prosa y el verso. El verso se aleja más del lenguaje cotidiano que la prosa, y se caracteriza por tener un ritmo musical (acentos, rima, cómputo silábico…)
-El lenguaje literario se desvía del uso normal del lenguaje: los autores tienen una expresión propia y se permiten alteraciones del código que no se dan en la lengua común, como por ejemplo el cambio del orden lógico de las palabras dentro del enunciado.
-En el lenguaje literario, lo más importante es la forma del propio mensaje. Por esta razón, se utilizan muchos y muy variados
recursos expresivos, entre los que destacan las llamadas figuras literarias o retóricas:
En resumen, las características de la lengua literaria se pueden resumir en:
- Forma específica del uso culto de la lengua.
- La función poética.
- Valores connotativos.
- Originalidad.
- Crea mundos de ficción.
- Literalidad.
- Hecho para perdurar.
. El lenguaje desempeña una función estética o poética cuando llama la atención sobre sí mismo, sobre la manera de decir las cosas. El texto literario se caracteriza por la especial atención que recibe el mensaje.En un mensaje literario, el significante puede estar motivado: musicalidad, aliteraciones, simbolismos fónicos... En general, podemos hablar de la importancia de la forma.. El mensaje crea sus propios mundos de ficción cuyos referentes no han de corresponder necesariamente con la realidad exterior. El lector no conoce el contexto hasta que lee.. Es un lenguaje esencialmente connotativo. Se utiliza un lenguaje abierto a la evocación y a la sugerencia a través de los significados secundarios de las palabras: además es posible provocar nuevas connotaciones, propias de cada lector, de cada autor o de cada época en que se recree, al leerlo. En este sentido, hablamos de plurisignificación.. Llamamos así a la " recurrencia " o repetición en un texto breve de unidades lingüísticas de cualquiera de los niveles, es decir, aparición estadísticamente superior de una unidad determinada si la comparamos con su frecuencia de aparición en el lenguaje "normal".. Este lenguaje no tiene una finalidad práctica, sino estética.. Se usa el lenguaje con una voluntad artística, es decir, intentando crear una obra de arte. Existe una finalidad estética.
c. Especial intención comunicativa
d. Desviación: concepto
e. Lo connotativo
f. Mundo propio
g. Importancia del significante.
h. La función poética
El lenguaje literario es un uso especial del lenguaje que tiene una finalidad estética: la creación de textos literarios.
Sus principales rasgos son los siguientes:
-Se trata de un lenguaje fundamentalmente polisémico, pues muchas de sus palabras y expresiones se prestan a más de una interpretación.
-El lenguaje literario es también un lenguaje connotativo, en la medida en que las palabras tienen significados que el propio autor les confiere.
-Debido a este carácter polisémico y connotativo, el lenguaje literario es siempre subjetivo.
-Puede adoptar dos formas: la prosa y el verso. El verso se aleja más del lenguaje cotidiano que la prosa, y se caracteriza por tener un ritmo musical (acentos, rima, cómputo silábico…)
-El lenguaje literario se desvía del uso normal del lenguaje: los autores tienen una expresión propia y se permiten alteraciones del código que no se dan en la lengua común, como por ejemplo el cambio del orden lógico de las palabras dentro del enunciado.
-En el lenguaje literario, lo más importante es la forma del propio mensaje. Por esta razón, se utilizan muchos y muy variados
recursos expresivos, entre los que destacan las llamadas figuras literarias o retóricas:
En resumen, las características de la lengua literaria se pueden resumir en:
- Forma específica del uso culto de la lengua.
- La función poética.
- Valores connotativos.
- Originalidad.
- Crea mundos de ficción.
- Literalidad.
- Hecho para perdurar.
. El lenguaje desempeña una función estética o poética cuando llama la atención sobre sí mismo, sobre la manera de decir las cosas. El texto literario se caracteriza por la especial atención que recibe el mensaje.En un mensaje literario, el significante puede estar motivado: musicalidad, aliteraciones, simbolismos fónicos... En general, podemos hablar de la importancia de la forma.. El mensaje crea sus propios mundos de ficción cuyos referentes no han de corresponder necesariamente con la realidad exterior. El lector no conoce el contexto hasta que lee.. Es un lenguaje esencialmente connotativo. Se utiliza un lenguaje abierto a la evocación y a la sugerencia a través de los significados secundarios de las palabras: además es posible provocar nuevas connotaciones, propias de cada lector, de cada autor o de cada época en que se recree, al leerlo. En este sentido, hablamos de plurisignificación.. Llamamos así a la " recurrencia " o repetición en un texto breve de unidades lingüísticas de cualquiera de los niveles, es decir, aparición estadísticamente superior de una unidad determinada si la comparamos con su frecuencia de aparición en el lenguaje "normal".. Este lenguaje no tiene una finalidad práctica, sino estética.. Se usa el lenguaje con una voluntad artística, es decir, intentando crear una obra de arte. Existe una finalidad estética.
I. La historia (fábula,
argumento): la trama
Incluye:
Términos para describir la acción y los acontecimientos:
II. El
discurso: la presentación
Las funciones discursivas incluyen:
Formas del discurso:
III. El tema: la ideología central + mensaje fundamental
IV. La cosmovisión:
Modo sostenido que tiene un escritor de concebir la interacción entre los hombres o entre el hombre y el universo |
El objetivo
de la crítica es estudiar cómo lo elementos trabajan juntos para comunicar
una visión o un efecto particular. El cuento puede ser objeto simbólico de
mundos posibles; puede derivar su poder de la fuerza de la creación de una
visión particular. Diferentes posiciones ideológicas pueden producir
interpretaciones diferentes en épocas diferentes, como por ejemplo:
La
metodología usada para estudiar un texto literario puede ser:
|
GENEROS
Características
del Género Lírico:
Posee una voz
única dentro del poema, quien enuncia y es el hablante lírico.
Subjetividad,
valoración del interior de los hablantes. Éste se mira hacia sí mismo,
retrospección.
Traspasa el
temple de ánimo del hablante (tristeza, felicidad, angustia, etc.).
El tema de la
lírica dependerá de la intención del que expresa, puede ser variado.
Por lo
general, la lírica, se escribe en versos; pero también pueden hallarse escritos
en prosa poética.
Los poemas
poseen un ritmo, que va guiando la lectura y le da un sentido a los versos que
configuran cada estrofa.
Los poemas se
estructuran teniendo en cuenta la métrica, que es el número de sílabas que
componen al texto.
Características
del Género Dramático:
Es representada por personajes mediante sus
acciones, diálogos o monólogos
Su espacio y tiempo son limitados Estimado
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aportando el material apropiado (de preferencia usando los formatos de
competencias digitales aquí descritos ) y/o también competencias genéricas o
especificas a cada uno de los mas de 2,000 temas que lo componen.
Características del Género Dramático
Características del género narrativo:
Se incluyen
en el género narrativo las obras en las que el autor crea una voz, denominada narrador,
que relata una historia. El narrador sitúa los hechos en un tiempo y en un
lugar determinados, describe ambientes y personajes, introduce diálogos y va
tejiendo la trama o argumento.
SUBGENEROS
Características
del cuento:
El cuento
presenta varias características que lo diferencian de otros géneros narrativos:
Ficción:
aunque puede inspirarse en hechos reales, un cuento debe, para funcionar como
tal, recortarse de la realidad.
Argumental:
el cuento tiene una estructura de hechos entrelazados (acción – consecuencias)
en un formato de: introducción – nudo – desenlace.
Única línea
argumental: a diferencia de lo que sucede en la novela, en el cuento todos los
hechos se encadenan en una sola sucesión de hechos.
Estructura
centrípeta: todos los elementos que se mencionan en la narración del cuento
están relacionados y funcionan como indicios del argumento.
Personaje
principal: aunque puede haber otros personajes, la historia habla de uno en
particular, a quien le ocurren los hechos.
Unidad de
efecto: comparte esta característica con la poesía. Está escrito para ser leído
de principio a fin. Si uno corta la lectura, es muy probable que se pierda el
efecto narrativo. La estructura de la novela permite, en cambio, leerla por
partes.
Prosa: el
formato de los cuentos modernos (a partir de la aparición de la escritura)
suele ser la prosa.
Brevedad: por
y para cumplir con estas características, el cuento es breve.
Características
de la novela:
Las bases de
una novela son las siguientes:
Una narrativa
extensa: las novelas tienen, generalmente, entre 60,000 y 200,000 palabras, o de
300 a
1.300 páginas o más.
Aquí radica
la diferencia con el cuento.Existe una zona difusa entre cuento y novela que no
es posible separar en forma tajante. A veces se utiliza el término nouvelle
o novela corta para designar los textos que parecen demasiado cortos
para ser novela y demasiado largos para ser cuento; pero esto no
significa que haya un tercer género (por el contrario, duplicaría el problema
porque entonces habría dos límites para definir en lugar de uno).
Hay otras
diferencias entre novela y cuento: la novela aparece como una trama más
complicada o intensa, con mayor número de personajes que además están más
sólidamente trazados, ambientes descritos pormenorizadamente, etcétera.
Es de
ficción, lo que la hace diferente de otros géneros en prosa como historia o el
ensayo.
En prosa, lo
que la separa de los relatos ficticios extensos en forma rimada.
Características
de la leyenda:
Una leyenda,
a diferencia de un cuento, está ligada siempre a un elemento preciso y se
centra en la integración de este elemento en el mundo cotidiano o la historia
de la comunidad a la cual pertenece. Contrariamente al cuento, que se sitúa
dentro de un tiempo («Érase una vez...») y un lugar (por ejemplo, en el
Castillo de irás y no volverás) convenidos e imaginarios, la leyenda se
desarrolla habitualmente en un lugar y un tiempo precisos y reales, aunque
aparecen en ellas elementos ficticios (por ejemplo, criaturas fabulosas, como
las sirenas.
Como el mito,
la leyenda es etiológica, es decir, tiene como tarea esencial dar fundamento y
explicación a una determinada cultura. Su elemento central es un rasgo de la
realidad (una costumbre o el nombre de un lugar, por ejemplo) cuyo origen se
pretende explicar.
Las leyendas
se agrupan a menudo en ciclos alrededor de un personaje, como sucede con los
ciclos de leyendas en torno al rey Arturo, Robin Hood, el Cid Campeador
bernardo del Carpio.
Las leyendas
contienen casi siempre un núcleo histórico, ampliado en mayor o menor grado con
episodios imaginativos. La aparición de los mismos puede depender de
motivaciones involuntarias, como errores, malas interpretaciones (la llamada
etimología popular, por ejemplo) o exageraciones, o bien de la acción
consciente de una o más personas que, por razones interesadas o puramente
estéticas, desarrollan el embrión original.
Cuando una
leyenda presenta elementos tomados de otras leyendas se habla de «contaminación
de la leyenda.
Características
de la fabula:
La fábula
clásica reposa sobre una doble estructura; desde el título mismo se encuentra
una oposición entre dos personajes de posiciones subjetivas encontradas. Pero
estos dos personajes se encuentran siempre en desigualdad social: uno en
posición alta y otro en posición baja y desfavorable. Gracias a un evento
narrativo imprevisto o survenant, el que estaba en posición alta se
encuentra en posición inferior y viceversa. Este esquema es denominado por Christian
Vendendorpecomo "doble reenvío" en Apprendre à lire des fables,
Montreal, 1989 y se encuentra en decenas de ellas, sobre todo en las populares,
y permite fijar la comprensión y vehicular una moralidad clara. Como dice Hegel,
"La fábula es como un enigma que será siempre acompañado por su
solución" (Estética, II) Incluso si la fábula no tiene ya
popularidad, el esquema que la forma se reencuentra en el hecho diverso
(Christian Vandendorpe, De la fable au fait divers) y en la leyenda
urbana (Jean-Bruno Renard, Rumeurs et légendes urbaines, París: Coll.
Que sais-je?, 3445). Estas situaciones son imprescindibles en una fábula, pues
sin importar el autor, el contexto social o político, éstas son las que la
identifican y marcan un límite entre ella y otros géneros similares con los que
podría confundirse por la forma alegórica que contienen. Otro punto de partida
importante para delimitar la fábula, es que ésta se estructura en hechos
imposibles a diferencia de los otros géneros alegóricos.
Como genero
literario posee un carácter mixto narrativo y didáctico y estas propiedades:
Esencialmente
ofrece un contenido moralizante o didáctico.
Siempre contiene
una moraleja. En las más antiguas se encuentra escrita al final del texto.
Generalmente
es una pieza muy breve y con pocos personajes.
Posee una
gran inventiva, riqueza imaginativa y de colorido.
Es
inverosímil.
Su exposición
de vicios y virtudes es maliciosa, irónica.
Características
de la poesía:
Verso: Aparte de representar a la poesía es, también,
un grupo de palabras compuestas según un ritmo y, generalmente, también con una
medida ―entiéndase la métrica.
Estrofa: Es el grupo de versos unidos por ciertos
criterios (ritmo, rima y extensión). Los distintos tipos de estrofa se
clasifican gracias al número determinado de versos que contienen.
Métrica: Es el número de sílabas que hay en cada
verso, el verso con medida es eso que llamamos poema.
Rima: Es una de las características más importantes de
la poesía, y consiste en la repetición de los últimos sonidos de un verso a
partir de la última sílaba tónica.
También hay dos tipos de rimas que son características
de la poesía, la rima asonante y la rima consonante:
Asonante: Se repiten sólo las vocales después de la
sílaba tónica y es posible que queden consonantes que no rimen.
Ejemplo:
casa-taza
-Consonante: Se repiten todos los sonidos,
independientemente de que sean vocales y consonantes o sólo vocales, después de
la sílaba tónica.
Características del
teatro:
Al parecer el teatro de tragedia se originó en un espacio circular al aire
libre en el que se ejecutaban unas danzas, un lugar de tierra lisa y compacta
dispuesto para la representación de cantos corales, una de cuyas variedades, el
llamado ditirambo, fue de acuerdo con la tradición, el progenitor de la
tragedia ática. Todos los grandes teatros se construyeron a cielo abierto.
Como los
demás géneros dramáticos, a la comedia lo determina la acción dramática del
personaje protagonista; de ahí que no sea extraño encontrar personajes con tono
trágico en dramas cómicos, siempre y cuando estos sean, por decirlo de algún
modo, personajes secundarios.
Como
características, el personaje protagonista suele ser común y corriente y
representar un arquetipo, es decir mentiroso, charlatán, fanfarrón, pícaro,
enamorado, etcétera; es también inocente e inconsciente y, a diferencia de la
tragedia, donde el personaje protagonista tiene un profundo sentido ético, en
la comedia el personaje protagónico considera su moral como una cualidad
importante; lo que lo hace ser muy vital, aunque esto es más bien un obstáculo
para el personaje.
El teatro de
tesis
Es una forma
teatral que tiene estas características:
*Los
personajes son prototipos de personas comunes que tienen una manera definida de
pensar.
Los temas
abarcan la teoría política, moral, religiosa o social.
*El desenlace
suele ser variado; pero siempre plantea la forma de pensar del autor.
El teatro de
drama
Constituye uno de los principales géneros literarios. Presenta, de manera directa, uno o varios conflictos a través de uno o varios personajes que desarrollan sobre la escena el argumento gracias, fundamentalmente, al diálogo. El teatro o dramática se presenta ante los posibles receptores de dos maneras: mediante la actuación de los actores sobre un escenario delante del público o a través de la lectura de la obra como si se tratase, por ejemplo, de una novela. De todos modos, las obras teatrales están concebidas para ser representadas, y cualquier lectura personal no es más que un ejercicio incompleto, ya que hemos de prescindir de elementos tales como la música, la iluminación, el movimiento de los actores...
Constituye uno de los principales géneros literarios. Presenta, de manera directa, uno o varios conflictos a través de uno o varios personajes que desarrollan sobre la escena el argumento gracias, fundamentalmente, al diálogo. El teatro o dramática se presenta ante los posibles receptores de dos maneras: mediante la actuación de los actores sobre un escenario delante del público o a través de la lectura de la obra como si se tratase, por ejemplo, de una novela. De todos modos, las obras teatrales están concebidas para ser representadas, y cualquier lectura personal no es más que un ejercicio incompleto, ya que hemos de prescindir de elementos tales como la música, la iluminación, el movimiento de los actores...
La farsa
Es una pieza
dramática de carácter cómico que se sirve de situaciones inverosímiles,
personajes estereotipados o exageración caricaturesca, y que recurre a
cualquier medio para producir la hilaridad. En ello se diferencia de la
comedia, la cual, aunque busca igualmente la comicidad, procura que las
acciones resulten verosímiles.
El género, evolucionado, continuó vigente durante los siglos XVIII y XIX. En el siglo XX, la farsa exageró la deformación de la realidad para resaltar lo que ésta tiene de grotesco y encontró nueva expresión en el cine, donde halló lugar en películas de Charles Chaplin, Harry Langdon los hermanos Marx y otros.
El género, evolucionado, continuó vigente durante los siglos XVIII y XIX. En el siglo XX, la farsa exageró la deformación de la realidad para resaltar lo que ésta tiene de grotesco y encontró nueva expresión en el cine, donde halló lugar en películas de Charles Chaplin, Harry Langdon los hermanos Marx y otros.
La zarzuela
Es una forma
de música teatral o género musical escénico surgido en España con partes
instrumentales, partes vocales (solos, dúos, coros...) y partes habladas. Se
diferencia de la ópera en que la zarzuela está cantada en español, e incluye
partes habladas en lugar de los recitativos cantados de la ópera. El teatro
musical en España existió desde los comienzos de Juan del Encina. Este nuevo género
denominado zarzuela aportaba la innovación de dotar a los números
musicales de una función dramática, es decir, integrada en el argumento de la
obra. Otras características fueron la presencia de una gran orquesta y la
incorporación de los coros, las canciones y los bailes.
PROPOSITOS DE LOS TEXTOS LITERARIOS
Su propósito
es crear una impresión estética en el receptor. Un poema o un trabalenguas, por
ejemplo, son textos literarios. Utilizan la función poética del lenguaje.
La luz
dorada se extiende por el sereno Valle de los Reyes, cuyo silencio funerario se
ve roto por el suave rumor de los primeros comerciantes.
Los géneros
literarios son los distintos grupos en los que se clasifican los textos
literarios según su forma y contenido. Tradicionalmente se dividen en tres
géneros: el narrativo o épico, el lírico y el dramático.
GENEROS DE
LOS TEXTOS LITERARIOS
GÉNERO LÍRICO: Los
textos líricos expresan el mundo subjetivo del autor, sus emociones y
sentimientos, o una profunda reflexión. Suele escribirse en verso pero también
se utiliza la prosa.
GÉNERO ÉPICO: Relata
sucesos que le han ocurrido al prtagonista. Es de carácter sumamente objetivo.
Su forma de expresión fue siempre el verso, ahora se utiliza la prosa.
GÉNERO DRAMÁTICO: Obras
escritas en forma de diálogo y destinadas a la representación. En ellas el
autor plantea conflictos diversos. Pueden estar escrito en verso o en prosa.
SUBGENEROS DE
LOS TEXTOS LITERARIOS
Subgéneros Líricos
Oda: Composición lírica en verso, de cierta extensión y de tema
noble y elevado.
Himno: Composición solemne que expresa sentimientos patrióticos, religiosos, guerreros...
Elegía: Composición lírica que expresa sentimientos de dolor ante desgracias individuales o colectivas.
Égloga: Composición poética de sentimientos amorosos y de exaltación dela Naturaleza , puesta en
boca de pastores.
Canción: Expresa habitualmente emociones de tipo amoroso.
Sátira: Composición lírica, en verso o en prosa, que censura vicios individuales o colectivos.
Epigrama: Poema mordaz, agudo y conciso, generalmente escrito en verso. En Roma se desarrolló el epigrama como una breve sátira en verso que acababa con alguna expresión punzante. Desde el Renacimiento italiano, el epigrama adopta en la poesía occidental la forma del soneto. Las greguerías de Gómez dela Serna y los proverbios de
Machado, pueden ser considerados modernos ejemplos de epigramas.
Himno: Composición solemne que expresa sentimientos patrióticos, religiosos, guerreros...
Elegía: Composición lírica que expresa sentimientos de dolor ante desgracias individuales o colectivas.
Égloga: Composición poética de sentimientos amorosos y de exaltación de
Canción: Expresa habitualmente emociones de tipo amoroso.
Sátira: Composición lírica, en verso o en prosa, que censura vicios individuales o colectivos.
Epigrama: Poema mordaz, agudo y conciso, generalmente escrito en verso. En Roma se desarrolló el epigrama como una breve sátira en verso que acababa con alguna expresión punzante. Desde el Renacimiento italiano, el epigrama adopta en la poesía occidental la forma del soneto. Las greguerías de Gómez de
Subgéneros Épicos
La epopeya: Narra una
acción memorable y de gran importancia para la humanidad o para un pueblo.
Poema épico: Relata hazañas heroicas de un héroe nacional con el propósito de exaltar los valores de la nación. Los creados enla Edad Media se conocen
como Cantares de gesta; de tradición oral, se componían para ser cantados por
juglares o por los propios trovadores.
El romance: Narración en versos octosílabos con rima asonante en los pares, que describe acciones guerreras, caballerescas, amorosas...
La fábula: Relato en prosa o en verso de una anécdota de la cual puede extraerse una consecuencia moral o moraleja; sus personajes suelen ser animales.
La epístola: también escrita en verso o en prosa, expone algún problema de carácter general.
Poema épico: Relata hazañas heroicas de un héroe nacional con el propósito de exaltar los valores de la nación. Los creados en
El romance: Narración en versos octosílabos con rima asonante en los pares, que describe acciones guerreras, caballerescas, amorosas...
La fábula: Relato en prosa o en verso de una anécdota de la cual puede extraerse una consecuencia moral o moraleja; sus personajes suelen ser animales.
La epístola: también escrita en verso o en prosa, expone algún problema de carácter general.
El cuento: Narración breve de un suceso imaginario y con argumento
muy sencillo. Aparecen en él un reducido número de personajes que participan en
una sola acción con un solo foco temático. Aunque tradicionalmente poseía una
intención moralizante, hoy su finalidad suele ser provocar en el lector una
respuesta emocional.
Apólogo: Relato breve de finalidad didáctico-moral.
La leyenda: Narración breve basada en un relato tradicional de carácter misterioso, sobrenatural o terrorífico.
La novela: Su auge en los siglos XIX y XX ha sido tal, y sus variantes tan dispares, que resulta difícil una definición rigurosa. Suele entenderse por novela una narración extensa en prosa, con personajes y situaciones reales o ficticios, que implica un conflicto y su desarrollo que se resuelve de una manera positiva o negativa. Es un relato largo, aunque de extensión variable, con un argumento mucho más desarrollado que el del cuento. Y, a diferencia de lo que sucede con el cuento, al lector le importa no sólo lo que ocurre a los personajes, sino también lo que piensan y sienten, cómo evolucionan espiritualmente y cómo influye en ellos la sociedad donde viven. Su estructura es muy variable.
Existen varios tipos de novelas: realista, histórica, picaresca, intelectual, psicológica, policíaca, terror, ciencia-ficción, gótica, rosa, sentimental, pastoril, caballerías, picaresca...
Apólogo: Relato breve de finalidad didáctico-moral.
La leyenda: Narración breve basada en un relato tradicional de carácter misterioso, sobrenatural o terrorífico.
La novela: Su auge en los siglos XIX y XX ha sido tal, y sus variantes tan dispares, que resulta difícil una definición rigurosa. Suele entenderse por novela una narración extensa en prosa, con personajes y situaciones reales o ficticios, que implica un conflicto y su desarrollo que se resuelve de una manera positiva o negativa. Es un relato largo, aunque de extensión variable, con un argumento mucho más desarrollado que el del cuento. Y, a diferencia de lo que sucede con el cuento, al lector le importa no sólo lo que ocurre a los personajes, sino también lo que piensan y sienten, cómo evolucionan espiritualmente y cómo influye en ellos la sociedad donde viven. Su estructura es muy variable.
Existen varios tipos de novelas: realista, histórica, picaresca, intelectual, psicológica, policíaca, terror, ciencia-ficción, gótica, rosa, sentimental, pastoril, caballerías, picaresca...
Subgéneros Dramáticos:
La tragediaEs la
representación de terribles conflictos entre personajes superiores y muy
vehementes, los cuales son víctimas de un destino ineludible; suele acabar con
la muerte del protagonista.
La comedia: Es la representación, a través de un conflicto, del aspecto alegre y divertido de la vida, y cuyo desenlace tiene que ser feliz.
El drama: Es la representación de problemas graves, con intervención, a veces, de elementos cómicos, y su final suele ser sombrío.
Ópera: Composición dramática, en la que los personajes cantan íntegramente sus papeles, en lugar de recitarlos.
Zarzuela: Obra literario-musical, genuinamente española, en la que se combinan escenas habladas y cantadas. Suele reflejar vivos cuadros de costumbres, preocupaciones populares, sátiras políticas.
Paso, entremés y sainete: Piezas breve en un acto, en prosa o en verso, de tema ligero. El origen del sainete se encuentra en la tradición popular y posee un humor festivo y picaresco. Solía representarse en los entreactos de obras mayores. El sainete deriva del entremés y del paso y acentúa lo humorístico y popular de este último.
Auto sacramental: Obra de carácter alegórico que trata sobre un dogma dela Iglesia católica y tiene
como fondo la exaltación del sacramento de la Eucaristía.
Melodram a: Nombre que en el siglo
XIX recibían determinadas obras dramáticas de tipo folletinesco, convencional,
caracterizadas por sus fáciles concesiones a un público sensiblero.
La comedia: Es la representación, a través de un conflicto, del aspecto alegre y divertido de la vida, y cuyo desenlace tiene que ser feliz.
El drama: Es la representación de problemas graves, con intervención, a veces, de elementos cómicos, y su final suele ser sombrío.
Ópera: Composición dramática, en la que los personajes cantan íntegramente sus papeles, en lugar de recitarlos.
Zarzuela: Obra literario-musical, genuinamente española, en la que se combinan escenas habladas y cantadas. Suele reflejar vivos cuadros de costumbres, preocupaciones populares, sátiras políticas.
Paso, entremés y sainete: Piezas breve en un acto, en prosa o en verso, de tema ligero. El origen del sainete se encuentra en la tradición popular y posee un humor festivo y picaresco. Solía representarse en los entreactos de obras mayores. El sainete deriva del entremés y del paso y acentúa lo humorístico y popular de este último.
Auto sacramental: Obra de carácter alegórico que trata sobre un dogma de
Melodram
ANALISIS LITERARIO
Como toda
ciencia, arte o técnica, la literatura maneja una serie de términos privados a
los cuales les da significado especial.
Para leer a cabalidad una obra literaria se requiere analizarla, lo cual significa penetrar en su universo y desmenuzarla cuidadosamente a fin de reconocer los diversos aspectos que la conforman. Este trabajo complejo permite evaluarla demostrando sus calidades.
Cuando examinamos una obra literaria ponemos especial atención en:
Para leer a cabalidad una obra literaria se requiere analizarla, lo cual significa penetrar en su universo y desmenuzarla cuidadosamente a fin de reconocer los diversos aspectos que la conforman. Este trabajo complejo permite evaluarla demostrando sus calidades.
Cuando examinamos una obra literaria ponemos especial atención en:
El argumento y el tema
La originalidad de presentación
La claridad de exposición
La habilidad del autor para sorprender
nuestras expectativas
La importancia que la obra tiene dentro de la
historia literaria de la humanidad
Al finalizar el desmembramiento de la obra, conoceremos cuáles fueron los
recursos usados, qué intención abrigó el autor al redactarla, cuáles eran sus
preferencias y habilidades para la elaboración estructural del universo interno
del texto literario. En este momento el lector puede interpretar el anhelo del
artista y proceder a juzgar si consiguió plasmar a través del arte verbal su
objetivo.
Argumento
Desde la
época clásica se considera que una narración literaria debe contar con ciertos
componentes indispensables. Estos componentes son personajes, universo
interno, estructura, forma, estilo. Para ubicar cada uno de estos componentes,
el camino más fácil consiste en redactar de manera sintética el argumento, es
decir, el contenido de la obra.
Cuando un lector cuenta lo ocurrido en una obra (es decir, lo que pasó en la obra), ya sea relato, teatro y aun, poesía, inconscientemente incorpora cada uno de los componentes antes mencionados. Por ejemplo, el argumento de Pedro Páramo, la novela del mexicano Juan Rulfo, podría escribirse así:
Cuando un lector cuenta lo ocurrido en una obra (es decir, lo que pasó en la obra), ya sea relato, teatro y aun, poesía, inconscientemente incorpora cada uno de los componentes antes mencionados. Por ejemplo, el argumento de Pedro Páramo, la novela del mexicano Juan Rulfo, podría escribirse así:
El joven
Juan, hijo de Dolores Preciado y Pedro Páramo, regresó a Comala porque prometió
a su madre agonizante que iría a cobrarle a su padre el abandono en que los
tuvo por más de veinte años.
Pedro Páramo fue cacique de Comala; cuando Juan llegó, ya había muerto y con él, el pueblo. Sucedió que Pedro, desde niño, amaba a Susana San Juan y sólo pudo desposarla cuando ella había enloquecido por la pérdida de Florencio, su marido. El poderoso cacique se entregó al cuidado de la enferma. Cuando ella murió, los comaleños olvidaron el dolor de su amo y festejaron al santo patrón. Pedro juró vengarse y dejó que el pueblo se hundiera en las epidemias y el hambre. Por eso Juan sólo encontró un lugar en ruinas habitado por fantasmas quienes, desde sus tumbas, reviven sus amores, sus rencores y sus crímenes. Espantado por los murmullos del pueblo, Juan sucumbió al terror y se convirtió en otro fantasma.
Pedro Páramo fue cacique de Comala; cuando Juan llegó, ya había muerto y con él, el pueblo. Sucedió que Pedro, desde niño, amaba a Susana San Juan y sólo pudo desposarla cuando ella había enloquecido por la pérdida de Florencio, su marido. El poderoso cacique se entregó al cuidado de la enferma. Cuando ella murió, los comaleños olvidaron el dolor de su amo y festejaron al santo patrón. Pedro juró vengarse y dejó que el pueblo se hundiera en las epidemias y el hambre. Por eso Juan sólo encontró un lugar en ruinas habitado por fantasmas quienes, desde sus tumbas, reviven sus amores, sus rencores y sus crímenes. Espantado por los murmullos del pueblo, Juan sucumbió al terror y se convirtió en otro fantasma.
De inmediato
es posible reconocer algunos de los componentes enunciados:
El ambiente espectral de Comala
Los sentimientos de Pedro, Juan, Dolores,
Susana, personajes de
Este universo interno irreal
Otros
componentes se descubrirán al leer la obra completa; sin embargo, el argumento
ha mostrado lo esencial de este relato literario.
Personajes
En el
desarrollo de una obra, los personajes se distinguen por la importancia de sus
actuaciones. Los que mayor gravitación tengan serán protagonistas y antagonistas.
Si su fuerza de acción disminuye pasarán a ser principales, secundarios,
de marco, colectivos y de ausencia.
El autor, según sus necesidades, trazará la figura de cada personaje. Habrá ocasiones en las que consiga perfilar un personaje secundario con tanta habilidad que éste se vuelva imprescindible y quede en la memoria del lector con mayor fuerza que elprotagonista. Por ejemplo en la novela El astillero, del uruguayo Juan Carlos Onetti, el protagonista, Larsen, el "juntacadáveres", es un aventurero cínico y fanfarrón, con poses de galán cinematográfico que logra enamorar a Angélica Inés, hija de Jeremías Petrus, dueño del astillero. Cuando el viejo Petrus, personaje secundario, es denunciado por estafa y la fábrica va a la quiebra, Larsen descubre cómo su suegro aceptó la boda para responsabilizarlo del robo; así, queda recordado por su perfidia.
Los escritores otorgan al protagonista y al antagonista toda la fuerza; de ellos dependen tanto la historia como el carácter de los demás personajes. Inclusive, del talento del protagonista arranca el clima emocional de la historia.
En la novela Los memoriales de mamá Blanca, de la venezolana Teresa dela Parra ,
la autora evoca su infancia transcurrida en la hacienda familiar "El
Tazón", lugar donde ella y sus cinco hermanitas disfrutan la libertad de
jugar en los campos, bañarse en los ríos y cabalgar al cuidado de sus criadas y
de la institutriz. Los peones, limpios de corazón, acompañan el paraíso
infantil. La protagonista, espontánea, tierna y humorista determina el ambiente
jovial; los demás personajes comparten el ánimo campestre.
En los relatos clásicos el "héroe" --casi siempre protagonista-- y el "antihéroe" --o antagonista-- tienen toda la importancia. El ecuatoriano Juan León Mera publicó Cumandá, un drama entre salvajes. La obra se inspiró en la tradición indigenista iniciada con Atala por el francés Chateaubriand. En Cumandá, esta india hermosa escapa de su tribu cuando sabe que la sacrificarán. El español Carlos Orozco la recoge y el padre Domingo bendice su unión; pero los indios de la tribu persiguen a la pareja para vengarse matando al español. Cumandá se entrega a la furia de su tribu. Cuando agoniza llegan Orozco y el padre Domingo. Una india vieja reconoce a éste último como padre de la bella recién muerta. En esta novela son evidentes los papeles protagónicos contrarios.
En el relato contemporáneo el héroe pierde esta calidad; a veces, ni siquiera existe un protagonista definido; en cambio se le reemplaza con un grupo de personajes igualmente importantes. El mexicano Carlos Fuentes trazó en su novela La región más transparente, un fresco de la sociedad mexicana de la década de los cincuenta, cuando todos, ricos y pobres, han traicionado los ideales de la revolución y se debaten entre la industrialización del neocapitalismo y la nostalgia de lo que fue la antigua civilización. Se aprecia en la obra la ausencia de un protagonista a la manera clásica. Los personajes que se nombran tienen el mismo nivel de importancia. Ninguno destaca sobre los demás.
Hay otros casos en los que el personaje colectivo desaparece y ocupa su sitio un ser impersonal quien absorbe el interés del relato. Este ser, que reacciona como humano, en realidad no lo es. Puede ser una selva, una mina, un jardín, un río o, como en la novela del argentino Manuel Mujica Lainez, Una casa:
La casa de "sesenta años de edad" está siendo demolida. Conforme va muriendo, a cada golpe de martillo, evoca mediante un monólogo, los momentos importantes de su historia. Fincada en la elegante calle Florida, la habitó una familia opulenta y poderosa quien la ordenó con refinamiento europeo. Sobrevivió el hijo enfermo y loco. Dos criadas ambiciosas ejecutan su muerte y se apoderan de la mansión. La desvalijan, chacharean sus joyas y esculturas y, finalmente, rematan el solar. Los fantasmas de los dueños pasean por el sitio despidiéndose de la que fuera su morada brillante y frívola.
El autor, según sus necesidades, trazará la figura de cada personaje. Habrá ocasiones en las que consiga perfilar un personaje secundario con tanta habilidad que éste se vuelva imprescindible y quede en la memoria del lector con mayor fuerza que elprotagonista. Por ejemplo en la novela El astillero, del uruguayo Juan Carlos Onetti, el protagonista, Larsen, el "juntacadáveres", es un aventurero cínico y fanfarrón, con poses de galán cinematográfico que logra enamorar a Angélica Inés, hija de Jeremías Petrus, dueño del astillero. Cuando el viejo Petrus, personaje secundario, es denunciado por estafa y la fábrica va a la quiebra, Larsen descubre cómo su suegro aceptó la boda para responsabilizarlo del robo; así, queda recordado por su perfidia.
Los escritores otorgan al protagonista y al antagonista toda la fuerza; de ellos dependen tanto la historia como el carácter de los demás personajes. Inclusive, del talento del protagonista arranca el clima emocional de la historia.
En la novela Los memoriales de mamá Blanca, de la venezolana Teresa de
En los relatos clásicos el "héroe" --casi siempre protagonista-- y el "antihéroe" --o antagonista-- tienen toda la importancia. El ecuatoriano Juan León Mera publicó Cumandá, un drama entre salvajes. La obra se inspiró en la tradición indigenista iniciada con Atala por el francés Chateaubriand. En Cumandá, esta india hermosa escapa de su tribu cuando sabe que la sacrificarán. El español Carlos Orozco la recoge y el padre Domingo bendice su unión; pero los indios de la tribu persiguen a la pareja para vengarse matando al español. Cumandá se entrega a la furia de su tribu. Cuando agoniza llegan Orozco y el padre Domingo. Una india vieja reconoce a éste último como padre de la bella recién muerta. En esta novela son evidentes los papeles protagónicos contrarios.
En el relato contemporáneo el héroe pierde esta calidad; a veces, ni siquiera existe un protagonista definido; en cambio se le reemplaza con un grupo de personajes igualmente importantes. El mexicano Carlos Fuentes trazó en su novela La región más transparente, un fresco de la sociedad mexicana de la década de los cincuenta, cuando todos, ricos y pobres, han traicionado los ideales de la revolución y se debaten entre la industrialización del neocapitalismo y la nostalgia de lo que fue la antigua civilización. Se aprecia en la obra la ausencia de un protagonista a la manera clásica. Los personajes que se nombran tienen el mismo nivel de importancia. Ninguno destaca sobre los demás.
Hay otros casos en los que el personaje colectivo desaparece y ocupa su sitio un ser impersonal quien absorbe el interés del relato. Este ser, que reacciona como humano, en realidad no lo es. Puede ser una selva, una mina, un jardín, un río o, como en la novela del argentino Manuel Mujica Lainez, Una casa:
La casa de "sesenta años de edad" está siendo demolida. Conforme va muriendo, a cada golpe de martillo, evoca mediante un monólogo, los momentos importantes de su historia. Fincada en la elegante calle Florida, la habitó una familia opulenta y poderosa quien la ordenó con refinamiento europeo. Sobrevivió el hijo enfermo y loco. Dos criadas ambiciosas ejecutan su muerte y se apoderan de la mansión. La desvalijan, chacharean sus joyas y esculturas y, finalmente, rematan el solar. Los fantasmas de los dueños pasean por el sitio despidiéndose de la que fuera su morada brillante y frívola.
Universo interno
El texto
literario encierra un circuito de comunicación entre emisor (narrador) y
receptor (lector) vinculado mediante el universo interno de la
obra.
El universo interno lo crea el autor a su arbitrio, de acuerdo con sus conocimientos y experiencias. El autor es el auténtico soberano, únicamente se somete a las exigencias lógicas de la historia en sí; pero, dentro de dicho universo puede alargar o acortar los acontecimientos, comenzar por el final, introducir otros relatos, modificar el transcurrir del tiempo, brincar épocas, alterar retratos de personajes, apegarse o no a la realidad porque él rige ese universo.
Cuando un lector se interesa por una obra, si el universo interno de ésta se encuentra bien trazado, el lector penetra en ese mundo totalmente ficticio y el circuito de comunicación se cierra. A su vez, el lector debe estudiar lo indispensable para reconocer los distintos momentos históricos, comprender las variantes provocadas por las diversas situaciones geográficas, interpretar las modificaciones de conducta derivadas de los núcleos sociales.
El lector será capaz de acoger el mensaje estético enviado por un autor si en aquel se dan las condiciones culturales, sociales y psíquicas requeridas en cada caso. Este lector ideal --o "lector virtual", según la lingüística-- será capaz de valorar los recursos técnicos empleados, la estructura manejada y el sentido del mensaje contenido en la propia obra.
El universo interno lo crea el autor a su arbitrio, de acuerdo con sus conocimientos y experiencias. El autor es el auténtico soberano, únicamente se somete a las exigencias lógicas de la historia en sí; pero, dentro de dicho universo puede alargar o acortar los acontecimientos, comenzar por el final, introducir otros relatos, modificar el transcurrir del tiempo, brincar épocas, alterar retratos de personajes, apegarse o no a la realidad porque él rige ese universo.
Cuando un lector se interesa por una obra, si el universo interno de ésta se encuentra bien trazado, el lector penetra en ese mundo totalmente ficticio y el circuito de comunicación se cierra. A su vez, el lector debe estudiar lo indispensable para reconocer los distintos momentos históricos, comprender las variantes provocadas por las diversas situaciones geográficas, interpretar las modificaciones de conducta derivadas de los núcleos sociales.
El lector será capaz de acoger el mensaje estético enviado por un autor si en aquel se dan las condiciones culturales, sociales y psíquicas requeridas en cada caso. Este lector ideal --o "lector virtual", según la lingüística-- será capaz de valorar los recursos técnicos empleados, la estructura manejada y el sentido del mensaje contenido en la propia obra.
Estructura:
Estructura en
general
A lo largo de
la historia humana se han repetido cerca de 31 temas artísticos. La habilidad
del escritor descansa más en la novedosa forma de presentación que en la
variedad del asunto. A partir del boom latinoamericano, cuando sus integrante
se inspiraron en los grandes narradores ingleses y norteamericanos, la
estructura cobró importancia especial en la narrativa. A los modernos les
importa mucho lo que cuentan; pero también les interesa la forma en que
organizan los elementos de la narración.
Los escritores, apoyados en la libre rectoría de su universo respetarán el orden preestablecido de los elementos estructurales conocidos como planteamiento, nudo, clímax, desenlace o los modificarán, aumentando o eliminando párrafos según las necesidades de su historia. Tomemos como ejemplo una de las fábulas del guatemalteco Augusto Monterroso titulada "El paraíso imperfecto", donde el planteamiento y el nudo se han eliminado:
Los escritores, apoyados en la libre rectoría de su universo respetarán el orden preestablecido de los elementos estructurales conocidos como planteamiento, nudo, clímax, desenlace o los modificarán, aumentando o eliminando párrafos según las necesidades de su historia. Tomemos como ejemplo una de las fábulas del guatemalteco Augusto Monterroso titulada "El paraíso imperfecto", donde el planteamiento y el nudo se han eliminado:
- Es cierto
-dijo mecánicamente el hombre, sin quitar la vista de las llamas que ardían en
la chimenea aquella noche de invierno--; en el Paraíso hay amigos, música,
algunos libros; lo único malo de irse al Cielo es que allí el cielo no se ve.
Definiciones:
Planteamiento: Se llama también "exposición". Con él se conoce la situación general en que se dará el suceso central y la caracterización de los participantes; aquí se esboza el problema con los respectivos presupuestos de la acción. Son los datos necesarios para entender la acción de la obra; por ejemplo, la descripción del ambiente, una explicación de la circunstancia inicial, la relación entre los personajes, el tiempo y el lugar.
Nudo: En esta etapa se entrecruzan los hilos de las historias de los personajes, complicando una situación problemática. Puede ser una acción, una decisión o la revelación de algo que cambia la dirección de la obra.
Clímax: Es el momento culminante, el resultado del nudo. Es el momento de máxima tensión entre fuerzas. Generalmente una de estas fuerzas es el hombre, la otra parte puede ser la naturaleza, lo sobrenatural, otros hombres o el yo interno.
Desenlance: Se pone fin al conflicto, casi siempre restituyendo el equilibrio de la situación. Es la parte que presenta las consecuencias finales del clímax.
Planteamiento: Se llama también "exposición". Con él se conoce la situación general en que se dará el suceso central y la caracterización de los participantes; aquí se esboza el problema con los respectivos presupuestos de la acción. Son los datos necesarios para entender la acción de la obra; por ejemplo, la descripción del ambiente, una explicación de la circunstancia inicial, la relación entre los personajes, el tiempo y el lugar.
Nudo: En esta etapa se entrecruzan los hilos de las historias de los personajes, complicando una situación problemática. Puede ser una acción, una decisión o la revelación de algo que cambia la dirección de la obra.
Clímax: Es el momento culminante, el resultado del nudo. Es el momento de máxima tensión entre fuerzas. Generalmente una de estas fuerzas es el hombre, la otra parte puede ser la naturaleza, lo sobrenatural, otros hombres o el yo interno.
Desenlance: Se pone fin al conflicto, casi siempre restituyendo el equilibrio de la situación. Es la parte que presenta las consecuencias finales del clímax.
Angulos de
presentación
Dentro del
universo de la historia el escritor tiene la posibilidad de presentarla desde
distintos ángulos; los más conocidos son el narrador omnisciente y el narrador
desde un punto de vista en primera persona.
El narrador omnisciente se coloca en un mirador alto y desde allí conoce todos los acontecimientos que ocurren en la historia. Sabe lo pasado y lo porvenir. Es una especie de entidad divina que puede ver y oír a los personajes y por eso se entera de lo que sienten y piensan. El brasileño Joaquín María Machado de Asís escribió una historia titulada Entre Santos. En esta historia el párroco de una iglesia observa cómo, por las noches, los santos de su iglesia bajan de sus peanas y se sientan a conversar acerca de los fieles que los visitaron durante el día. Una de tales veces, San Francisco de Sales cuenta lo ocurrido a un usurero llamado como él. Esta manera de explicar los hechos es la técnica que se ha denominado como narrador omnisciente.
El narrador omnisciente se coloca en un mirador alto y desde allí conoce todos los acontecimientos que ocurren en la historia. Sabe lo pasado y lo porvenir. Es una especie de entidad divina que puede ver y oír a los personajes y por eso se entera de lo que sienten y piensan. El brasileño Joaquín María Machado de Asís escribió una historia titulada Entre Santos. En esta historia el párroco de una iglesia observa cómo, por las noches, los santos de su iglesia bajan de sus peanas y se sientan a conversar acerca de los fieles que los visitaron durante el día. Una de tales veces, San Francisco de Sales cuenta lo ocurrido a un usurero llamado como él. Esta manera de explicar los hechos es la técnica que se ha denominado como narrador omnisciente.
-- Rezó, y yo
veía su pobre alma, en que la esperanza se trocaba en certeza intuitiva. Dios
tenía forzosamente que salvar a la doliente ante mi intercesión, y yo había de
interceder; así pensaba mientras rezaba. Y luego siguió hablando, para confesar
que ninguna otra mano que la del Señor podía atajar el golpe. Su mujer iba a
morir... iba a morir... a morir. Y repetía la palabra sin salir de ella. Cuando
fue a formular la promesa no podía: no hallaba vocablos, ni siquiera
aproximados, por la falta de costumbre que de dar tenía. Al fin salió la
petición: su mujer se moría y me rogaba que intercediese por su salvación; pero
la promesa no salía, pues desde que su boca iba a pronunciar la primera
palabra, la garra de la avaricia se lo impedía. Que la salvase... que
intercediese por ella. Ante los ojos tenía la pierna de cera y la moneda que le
iba a costar. Luego no vio la pierna, sino sólo la moneda de oro puro, mejor
que los dos candelabros de mi altar, que no son sino dorados. Adonde quiera que
se volviese la veía girando en torno suyo, y con los ojos la palpaba,
recibiendo la sensación fría del metal y hasta dándose cuenta del relieve del
cuño. Era la misma; la vieja amiga de sus años, compañera suya día y noche.
La súplica de sus ojos era ahora más intensa, y puramente voluntaria; los vi alargarse hacia mí; lleno de contrición, humillación y desamparo. Y su boca decía palabras sueltas --Dios, ángeles del Señor, llagas benditas--, palabras lacrimosas y trémulas, como para pintar con ellas la sinceridad de su fe y la inmensidad de su dolor. Lo único que no salía era la promesa de la pierna. A veces, ante el horror que le causaba la idea de la muerte de su mujer, temblaba y estaba a punto de formularla, pero la moneda de oro se interceptaba, hundiéndola en su corazón.
La súplica de sus ojos era ahora más intensa, y puramente voluntaria; los vi alargarse hacia mí; lleno de contrición, humillación y desamparo. Y su boca decía palabras sueltas --Dios, ángeles del Señor, llagas benditas--, palabras lacrimosas y trémulas, como para pintar con ellas la sinceridad de su fe y la inmensidad de su dolor. Lo único que no salía era la promesa de la pierna. A veces, ante el horror que le causaba la idea de la muerte de su mujer, temblaba y estaba a punto de formularla, pero la moneda de oro se interceptaba, hundiéndola en su corazón.
En la
actualidad se usa mucho la técnica del narrador que trabaja desde un punto
de vista. Aquí, el narrador, que vive en el universo interno de la obra,
ignora lo que sienten y piensan los personajes; puede deducir, por sus
actuaciones, que asumirán cierta conducta, pero sabe tanto como el lector de lo
que sucederá en la historia.
El escritor que usa esta técnica "involucra" al lector porque lo obliga a penetrar en el universo interno y, al mismo tiempo, como le presenta las cosas desde diferentes ángulos, todos parciales, le da libertad para que construya su propio enfoque. Esta técnica, que no es nueva, sino reutilizada, fue manejada por Edgar Allan Poe en el siglo pasado. La adoptó de la antigua "novela gótica" al cuento corto. A partir de entonces se usa preferentemente en las historias de suspenso, de espantos, de terror y policiacas.
El mexicano Vicente Leñero creó un cuento llamado "¿Quién mató a Agatha Christie?", en él actúan protagonistas de las novela de la autora, juntamente con parientes y amigos de ella. He aquí un fragmento de la historia donde nadie sabe con certeza lo que habrá de pasar:
El escritor que usa esta técnica "involucra" al lector porque lo obliga a penetrar en el universo interno y, al mismo tiempo, como le presenta las cosas desde diferentes ángulos, todos parciales, le da libertad para que construya su propio enfoque. Esta técnica, que no es nueva, sino reutilizada, fue manejada por Edgar Allan Poe en el siglo pasado. La adoptó de la antigua "novela gótica" al cuento corto. A partir de entonces se usa preferentemente en las historias de suspenso, de espantos, de terror y policiacas.
El mexicano Vicente Leñero creó un cuento llamado "¿Quién mató a Agatha Christie?", en él actúan protagonistas de las novela de la autora, juntamente con parientes y amigos de ella. He aquí un fragmento de la historia donde nadie sabe con certeza lo que habrá de pasar:
Cuando al fin
Poirot accedió a hablar sobre la escritora, ambos amigos se encontraban
sentados a la mesa del comedor bebiendo sendas tazas de un chocolate espeso que
el propio detective había preparado en menos de siete minutos.
-- ¿Y qué hay del libro sobre miss Marple? --preguntó repentinamente Poirot.
-- También lo tiene el editor, pero aún no entra en prensas. Y según me informó David Holloway, el del Daily Telegraph, la anciana está dudando en publicarlo. Teme que miss Marple cumpla sus amenazas.
-- Maldita solterona --exclamó Poirot golpeando la servilleta contra la mesa y haciendo que Japp, sorprendido, derramara el chocolate. Era natural el sobresalto: el inspector nunca había oído a su amigo referirse a miss Marple en tales términos; sabía que la odiaba, lógicamente, por celos profesionales, porque Agatha Christie solía desplazarlo desde sus novelas para hacer intervenir a la gruñona y sagaz viejecita en quien los críticos habían visto un desdoblamiento de la propia autora, y aunque Poirot era y seguiría siendo el personaje más importante de la obra de Christie, la complejidad de los casos encomendados a miss Marple, y la brillantez con que los había resuelto, estaban acrecentando en los últimos años la fama de la solterona en demérito de la de Poirot. Todo eso lo sabía Japp, pero nunca imaginó que su amigo, contratriando su natural circunspección, se atreviese a manifestarlo abiertamente.
Lo hizo ante Japp: primero con esa exclamación y luego a lo largo de una perorata en la que Poirot censuró los procedimientos ridículos de miss Marple y la injusticia que la autora cometía al decidir dar muerte a él, al famoso Hércules Poirot, en esa novelucha titulada Telón.
-- Pero recuerde también que decidió matar a miss Marple -- atemperó el inspector Japp--. Al menos el fallo resulta así equitativo.
-- Con la diferencia de que Telón estará en las librerías dentro de dos semanas, como usted mismo lo ha dicho, y de que quizá nunca se publique El canto del cisne de miss Marple.
-- Si no se publica será sólo porque miss Marple amenazó con matar a dame Christie --dijo Japp.
-- Esa es la trampa --replicó Poirot.
Un largo silencio invadió a los dos amigos. Japp buscó en los ojos de Poirot una pista que lo llevara hasta sus pensamientos, pero el detective rehuyó discretamente la mirada, al tiempo que se levantó de la mesa para ir en busca de un paquete de sus queridos cigarrillos rusos. Ofreció uno a Japp, que el inspector rechazó cortésmente con un ademán, y tras de encender y dar una larga fumada al que se llevó a los labios, Poirot rompió el silencio.
-- La muerte de un personaje de novela es siempre relativa --rezonó tranquilo--. Muere cada vez que el lector cierra el libro y vive cada vez que lo abre.
-- Pero eso no disculpa a dame Christie a perpetrar un acto criminal tal alevoso como éste --interrumpió Japp.
-- La muerte de los humanos, en cambio --continuó Poirot como si no hubiera escuchado al inspector--, es real, definitiva. Cuando mueren, ya sean víctimas de una enfermedad o de un crimen, mueren para siempre, sin remedio. Por eso temen tanto al final y por eso cualquier amenaza en ese sentido los lleva a cometer barbaridades, a renunciar incluso a sus propias convicciones y querencias.
-- ¿Se refiere usted a las amenazas de miss Marple contra dame Christie? --preguntó Japp.
-- Hablo en general --dijo Poirot y dio una larga fumada a su cigarrillo ruso.
-- ¿Y qué hay del libro sobre miss Marple? --preguntó repentinamente Poirot.
-- También lo tiene el editor, pero aún no entra en prensas. Y según me informó David Holloway, el del Daily Telegraph, la anciana está dudando en publicarlo. Teme que miss Marple cumpla sus amenazas.
-- Maldita solterona --exclamó Poirot golpeando la servilleta contra la mesa y haciendo que Japp, sorprendido, derramara el chocolate. Era natural el sobresalto: el inspector nunca había oído a su amigo referirse a miss Marple en tales términos; sabía que la odiaba, lógicamente, por celos profesionales, porque Agatha Christie solía desplazarlo desde sus novelas para hacer intervenir a la gruñona y sagaz viejecita en quien los críticos habían visto un desdoblamiento de la propia autora, y aunque Poirot era y seguiría siendo el personaje más importante de la obra de Christie, la complejidad de los casos encomendados a miss Marple, y la brillantez con que los había resuelto, estaban acrecentando en los últimos años la fama de la solterona en demérito de la de Poirot. Todo eso lo sabía Japp, pero nunca imaginó que su amigo, contratriando su natural circunspección, se atreviese a manifestarlo abiertamente.
Lo hizo ante Japp: primero con esa exclamación y luego a lo largo de una perorata en la que Poirot censuró los procedimientos ridículos de miss Marple y la injusticia que la autora cometía al decidir dar muerte a él, al famoso Hércules Poirot, en esa novelucha titulada Telón.
-- Pero recuerde también que decidió matar a miss Marple -- atemperó el inspector Japp--. Al menos el fallo resulta así equitativo.
-- Con la diferencia de que Telón estará en las librerías dentro de dos semanas, como usted mismo lo ha dicho, y de que quizá nunca se publique El canto del cisne de miss Marple.
-- Si no se publica será sólo porque miss Marple amenazó con matar a dame Christie --dijo Japp.
-- Esa es la trampa --replicó Poirot.
Un largo silencio invadió a los dos amigos. Japp buscó en los ojos de Poirot una pista que lo llevara hasta sus pensamientos, pero el detective rehuyó discretamente la mirada, al tiempo que se levantó de la mesa para ir en busca de un paquete de sus queridos cigarrillos rusos. Ofreció uno a Japp, que el inspector rechazó cortésmente con un ademán, y tras de encender y dar una larga fumada al que se llevó a los labios, Poirot rompió el silencio.
-- La muerte de un personaje de novela es siempre relativa --rezonó tranquilo--. Muere cada vez que el lector cierra el libro y vive cada vez que lo abre.
-- Pero eso no disculpa a dame Christie a perpetrar un acto criminal tal alevoso como éste --interrumpió Japp.
-- La muerte de los humanos, en cambio --continuó Poirot como si no hubiera escuchado al inspector--, es real, definitiva. Cuando mueren, ya sean víctimas de una enfermedad o de un crimen, mueren para siempre, sin remedio. Por eso temen tanto al final y por eso cualquier amenaza en ese sentido los lleva a cometer barbaridades, a renunciar incluso a sus propias convicciones y querencias.
-- ¿Se refiere usted a las amenazas de miss Marple contra dame Christie? --preguntó Japp.
-- Hablo en general --dijo Poirot y dio una larga fumada a su cigarrillo ruso.
Tiempo
En la
narrativa tradicional el relato se ceñía al tiempo cronológico a fin de que lo
sucedido transcurriera como si fuera algo apegado a la vida real; sin embargo,
poco a poco se fueron modificando las historias hasta llegar al momento
presente donde el autor maneja el tiempo como materia maleable. Lo deja fluir o
lo detiene; lo condensa o lo alarga; relata hechos que sucedieron hace siglos
como si ocurrieran simultáneamente. El tratamiento temporal que presenta el
autor en alguna obra es índice de su actitud, pero también determina y revela
el mundo interior de los personajes.
En una de sus más populares historias, el argentino Julio Cortázar mezcla dos hilos argumentales ocurridos a enorme distancia temporal, pero él traslapa los hechos a fin de romper la cronología. Hasta el final del cuento el lector capta el virtuoso manejo del tiempo. La historia se llama "Todos los fuegos el fuego":
En una de sus más populares historias, el argentino Julio Cortázar mezcla dos hilos argumentales ocurridos a enorme distancia temporal, pero él traslapa los hechos a fin de romper la cronología. Hasta el final del cuento el lector capta el virtuoso manejo del tiempo. La historia se llama "Todos los fuegos el fuego":
Tantea bajo
la mesa hasta encontrar cigarrillos, pone uno en los labios de Sonia, acerca el
suyo, los enciende al mismo tiempo. Se miran apenas, soñolientos, y Roland
agita el fósforo y lo posa en la mesa donde en alguna parte hay un cenicero.
Sonia es la primera en adormecerse y él le quita muy despacio el cigarrillo de
la boca, lo junta con el suyo y los abandona en la mesa, resbalando contra
Sonia en un sueño pesado y sin imágenes. El pañuelo de gasa arde sin llamas al
borde del cenicero, chamuscándose lentamente, cae sobre la alfombra junto al
montón de ropas y una copa de coñac. Parte del público vocifera y se amontona
en las gradas interiores; elprocónsul ha saludado una vez más y hace una señal
a su guadia para que le abran paso. Licas, el primero en comprender, le muestra
el lienzo más distante del viejo velario que empieza a desgarrarse mientras una
lluvia de chispas cae sobre el público que busca confusamente la salida.
Gritando una orden, el procónsul empuja a Irene siempre de espaldas e inmóvil.
"Pronto, antes de que se amontonen en la galería baja", grita Licas
precipitándose delante de su mujer. Irene es la primera que huele el aceite
hirviendo, el incendio de los depósitos subterráneos; atrás, el velario cabe
sobre las espaldas de los que pugnan por abrirse paso en una mesa de cuerpos
confundidos que obstruyen las galerías demasiado estrechas. Los hay que saltan
a la arena por centenares, buscando otras salidas, pero el humo del aceite
borra las imágenes, un jirón de tela flota en el extremo de las llamasy cae
sobre el procónsul antes de que pueda guarecerse en el pasaje que lleva a la
galería imperial. Irene se vuelve al oír su grito. Le arranca la tela
chamuscada tomándola con dos dedos, delicadamente. "No podremos
salir", dice, "están amontonados ahí abajo como animales".
Entonces Sonia grita, queriendo desatarse del abrazo ardiente que la envuelve
desde el sueño, y su primer alarido se confunde con el de Roland que inútilmente
quiere enderezarse, ahogado por el humo negro. Todavía gritan, cada vez más
débilmente, cuando el carro de bomberos entra a toda máquina por la calle
atestada de curiosos. "Es en el décimo piso", dice el teniente.
"Va a ser duro, hay viento del norte. Vamos."
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